(100 Avis)
Hace unos años, los propietarios estaban, te saludaban... era un lugar amable.
Ahora es tal la cantidad de gente que hay, que no se puede ni hablas del ruido tan escandaloso.
La comida ha cambiado mucho, antes era fresco y ahora, los platos parecen recalentados o servidos sin apenas descongelar.
Aunque las bebidas están incluidas después de la primera, te puedes tirar toda la comida sin que te traigan otra.
Los refrescos estan totalmente aguados, ya que el hielo que le ponen, se deshace en la espera.
El trato con el cliente es deleznable, no solo nos hacen ver que parecemos simples números, sino que en realidad lo somos.
Me recuerda a un pesebre en el cual se le echa pienso al ganado. Pues nosotros somos el ganado.
Y por último el precio... carisimo, no creo que valga ni por asomo lo que cobran.
Prefiero cualquier WOK no hay ni colas, ni gente, y bueno, por lo menos se puede hablar....