Absolutamente infame, mal servicio y peor comida. Nunca nos quejamos de nada pero nos sacaron unos calamares que olían mal, estaban pasados. Le pedimos amablemente al camarero que se los llevara. Salió el cocinero a increparnos diciendo que los acababa de recibir congelados esa misma mañana y no podían estar malos -como si estar cojelados fuera una garantía irrefutable-. Cuando nos trajeron la cuenta (por fín) nos los cobraron y le dijimos también amablemente al camarero que no nos parecía bien, cuando no los habíamos comido. En esta ocasión ya subió el cocinero y nos empezó a insultar con tanta violencia que consiguió dejar llorando a mi hijo. La única vez en mi vida que nos ha pasado algo así. Alucinante.